Durante el sábado pasado y el domingo los cincuenta y nueve participantes pudimos disfrutar de la persona extraordinaria tanto a nivel humano como a nivel de conocimientos que es Carlos Díaz.
Desde el principio se dedicó a “movernos la silla” de la comodidad, del consumismo y de la búsqueda de distracciones en las que estamos instalados muchos de los que pertenecemos al primer mundo y a las supuestas “sociedades del bienestar”, suscitando una reflexión a nivel profundo en los participantes y un estado emocional que pudieron compartir con el grupo, en el clima de respeto y acogida incondicional que supo crear, desarrollando a lo largo del Taller las “Claves” para poder vivir la vida con sentido, enfatizando especialmente en la necesidad ontológica de abrirse al Amor Absoluto, como fuente de nuestra necesidad constitutiva de salir al encuentro de un “Tu”, de amar y ser amados.